«Mientras exista una clase inferior, perteneceré a ella.
Mientras haya un elemento criminal, estaré hecho de él.
Mientras permanezca un alma en prisión, no seré libre». 


Los animales merecemos vivir, pero no basta con respirar y poder moverse si tenemos que hacerlo bajo los parámetros impuestos por otros y otras. Aspiramos que la libertad se conciba de la manera más amplia posible, esto es, la posibilidad de definir quiénes queremos ser y qué deseamos hacer respetando la libertad del otro/a

Este principio es comprendido cuando a la humanidad nos referimos, pero la libertad no es sólo un requisito mínimo de la vida digna para los seres humanos. Es necesario que ese principio se extienda hasta los demás animales quienes también desean ser libres y tienen la capacidad de sentir. Es necesario porque la liberación implica no ser amo/a ni esclavo/a.

Volar, correr, nadar, son sus deseos, y lo justo es que no impidamos que esos deseos mínimos se desarrollen. Por eso cada día exigimos abolición del especismo y construimos el camino que conduce a la liberación animal.

¡Libertad para todos y todas, sin importar la especie!

 

 Sharon Barón

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